LA CARTA EUROPEA DEL AGUA
El 6 de mayo de 1968 fue redactada en Estrasburgo la Carta Europea del Agua. Fue una declaración de principios para una correcta gestión del agua concretado en 12 artículos que a continuación exponemos:
- No hay vida sin agua. El agua es un tesoro indispensable para toda actividad humana.
- El agua no es inagotable. Es necesario conservarla, controlarla y, si es posible, aumentar su cantidad.
- Contaminar el agua es atentar contra la vida humana y la de todos los seres vivos que dependen del agua.
- La calidad del agua debe mantenerse en condiciones suficientes para cualquier uso; sobre todo, debe satisfacer las exigencias de la salud pública.
- Cuando el agua residual vuelve al cauce, debe estar de tal forma que no impida usos posteriores.
- Mantener la cubierta vegetal, sobre todo los bosques, es necesario para conservar los recursos del agua.
- Los recursos del agua deben ser inventariados.
- La correcta utilización de los recursos de agua debe ser planificada por las autoridades competentes.
- La conservación del agua debe potenciarse intensificando la investigación científica, formando especialistas y mediante una información pública adecuada.
- El agua es un bien común, cuyo valor debe ser conocido por todos. Cada persona tiene el deber de ahorrarla y usarla con cuidado.
- La administración del agua debe fundamentarse en las cuencas naturales más que en las fronteras políticas y administrativas.
- El agua no tiene fronteras. Es un bien común que requiere la cooperación internacional.
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