Grete Sterne, Botella al mar, 1950
Se escribe
como se lanza botella al mar:
soñando con una playa,
un lector, una lectora.
Pero cuando por azar de los vientos
y la conjunción errática de las mareas
la botella navegante llega a la orilla
y alguien la recoge
- lee el mensaje -
hay que confesar:
quien envió el mensaje
está ya en otra cosa.
Cristina Peri Rossi
Inmovilidad de los barcos
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