






Iba tan deprisa que no te vi pasar 
tan deprisa que no veía nada, 
tan deprisa que me perdí el paisaje 
y la belleza que me rodeaba. 
Iba tan deprisa que no me di cuenta, 
tan deprisa que la vida se escapaba, 
tan deprisa que el presente era pasado 
a cada paso que daba. 
Quería parar a disfrutar de los olores 
del suave vaivén del juego de los amantes, 
quería parar y recrearme en la locura 
cuando dos cuerpos se juntan. 
Quería parar a disfrutar de los momentos 
del suave vaivén de los peces en el agua, 
quería parar pero iba tan deprisa 
que se me escapó la vida. 
Iba tan deprisa 
que no caí en la cuenta 
que corría y corría 
y que no tenía prisa. 
Iba tan deprisa 
que no caí en la cuenta 
que corría y corría 
sin saber a donde iba.